¡Ordena la ropa y juguetes de tus hijos en 3 Pasos!
¿Sientes que te falta espacio? ¿No sabes bien cómo ordenar las cosas de tus niños? ¿Te das cuenta que tenías ropa que no alcanzaste a usar porque ya se pasó de talla? Lee este Blog Post y aprende cómo ordenar las cosas de tus niños, y de paso, ordenar tu vida en general. Porque esta misma lógica de orden que nos enseñará Antonia del Rio, fundadora de O-Tres, la puedes aplicar a cualquier escala, y a cualquier ámbito de tu vida.
El orden es una virtud que nos sirve en muchísimos aspectos, otorga confianza y seguridad en nosotros mismo y eficiencia en nuestro actuar. Cuando nuestro exterior está en orden, es un reflejo de nuestro interior, y eso aplica a todos los ámbitos de nuestra vida.
Los adultos jugamos un rol fundamental en la enseñanza y promoción de este hábito tan saludable en nuestros niños. Nosotros debemos acompañarlos y guiarlos en el camino de este aprendizaje. Al ser una habilidad y conducta que debe ser aprendida, requiere tiempo y constancia. Pero, ¿cómo transmitirles a ellos este hábito si nosotros no tenemos claro cómo aplicarlo y llevarlo a cabo? El orden tiene una lógica, una “ciencia”, y Antonia del Rio, fundadora de O-Tres (@o_tres), nos cuenta aquí cómo hacerlo para vivir en un entorno armónico y equilibrado, que nos entregará beneficios inmediatos y a largo plazo que incidirán de manera positiva en nuestro estado de ánimo y desarrollo personal.
Lo primero que Antonia nos mencionó en nuestra reunión es que la metodología del orden que nos explicará a continuación ayuda a abarcar cada proyecto de organización de manera óptima, asegurando un buen resultado que se podrá aplicar en cualquier espacio y a cualquier escala. No importa si la casa es grande, chica, de closets modernos ú antiguos. Para todos es la misma lógica:
LA METODOLOGÍA
Paso 1: ¡A deshacerse! Donar, reciclar ó botar.
Más allá de cualquier tip o producto para organizar, la clave está en la cantidad. Siempre (¡siempre!) debemos empezar con una selección y descarte de las cosas. ¡Menos es más!
Cuando son cosas de niños, esto hay que realizarlo de forma periódica, cada 2-3 meses ojalá. ¡Crecen tan rápido que es importante mantener a raya la cantidad de ropa y cosas que tenemos! El ideal es no estar ocupando espacio útil con cosas que ya no vayamos a usar, así no nos pasará que algo quedó guardado y cuando nos dimos cuenta que lo teníamos, ya le quedó chico.
En el closet de nosotros, este orden y descarte Antonia nos recomienda hacerlo 2 veces al año, en cada cambio de temporada.
Pero, ¿qué hacer con las cosas que ya no necesitamos? Debemos evaluar, según el estado en que estén, si las donaremos (óptimo), reciclaremos o botaremos en caso de que no se pueda reciclar (¡ojalá nunca elegir cosas de materiales no reciclables!). Hay muchos lugares donde reciben ropa de donación de todo tipo de edad como fundaciones, colegios iglesias, hogares de menores, ancianos, etc. ¡Si sabes de personas que hagan la labor de recolectar cosas o bien lugares donde reciban todo tipo de donaciones, te invitamos a dejarlo en los comentarios del Blog más abajo!
Paso 2: Categorización y contención
Teniendo listo el descarte viene la categorización. ¿Qué sería esto? Grupos de iguales con iguales para que en base a las cantidades de cada categoría y al espacio disponible, podamos conjugarlos haciendo una organización y distribución lógica de cada una. Esto también va a depender de qué nos acomode a cada familia y a cada persona; de acuerdo a nuestras rutinas y costumbres definiremos dónde nos acomoda poner cada categoría. Por ejemplo en el caso de la ropa de niños, es clave que esté muy a mano, fácil y práctico para el día a día si consideramos que los primeros meses de vida a veces son hasta tres mudas por día.
Para lograr categorizar de manera correcta es importante definir qué tipo de contenedores usaremos. Una de las bases de este tipo de metodología de orden es que las cosas deben estar contenidas, no sueltas y “volando”. Por mucho que las pongamos en un cajón, la mayoría de las veces ayuda mucho que pongamos un contenedor, cajita, separador, algo que nos ayude a lograr este sistema y que se pueda mantener en el tiempo. Es importante mencionar que los contenedores deben ser proporcionales a lo que vamos a guardar para que tenga buenos resultados.
¡Pero ojo! No pongamos todas las expectativas en los contenedores, ¡no nos gastemos todo el presupuesto en ellos!. Simplemente éstos deben ser los adecuados en base a las medidas de nuestro espacio (cajón, repisa, closet, velador, etc) y a cada categoría que queramos guardar. En la tienda de O-Tres podrás encontrar diferentes tipos, materialidad y valores. Y si no tienes presupuesto, puedes armar los tuyos con cajas de cartón.
En el caso de la organización de la ropa, además de usar los contenedores correctos es muy importante el proceso de doblado. En el Instagram de Antonia (@o_tres) hay varios videos de doblado de ropa para que usemos como ejemplo. Esta metodología de orden se basa en que la organización debe ser en método vertical, vale decir, que en vez de poner una prenda sobre otra como estábamos acostumbrados (tapando lo que hay abajo y dejando como prioritario siempre lo que está arriba) lo que debemos hacer es organizar en vertical. Así podremos ver todo el contenido y acceder de manera fácil y rápido a cualquier prenda.
Cuando organizamos la ropa de nuestros hijos en cómodas es importante ubicar las categorías de arriba hacia abajo dependiendo de la frecuencia de uso. Dependerá del espacio y cantidad de cajones, pero tomando como ejemplo nuestro Mudador Fitz Antonia nos recomienda:
- En el cajón de más arriba dejar idealmente las primeras capas tales como calcetines, panties, poleras, piluchos, patitas, etc. Si es que caben poner algunos chalecos más delgados de uso diario. Cuando son más guagüitas es muy importante dejar espacio para sus tutos y chupetes, ya que se usan con mucha frecuencia.
- En el segundo cajón poner las segundas capas, tales como chalecos, shorts, faldas, polerones, pantalones, etc.
- En el tercer cajón poner cosas de uso más esporádico tales como ropa de cama, saquito de dormir, fular, pijamas, stock de pañales, repuestos de toallitas húmedas, botiquín, etc.
Si tu mudador tiene más cajones, o el de arriba es más bajo que los otros, puedes ocuparlo para poner las cosas de muda. Si no, puedes disponer de un contenedor en la superficie del mueble o bien en una repisa sobre éste para que lo tengas muy a mano.
En el caso de que no tengas cómoda o tu closet no tenga cajones, puedes organizar bajo la misma lógica de método vertical en contenedores que se ponen directamente en la repisa.
Te invitamos a motivarte y probar esta técnica de orden en vertical sobre todo en la ropa de tus niños, verás cómo facilita el día a día y usarás toda su ropa. ¡Es tremendamente práctico y funcional! Incluso a la hora de hacer maletas para viajes puedes aplicar esta misma técnica y verás que no sólo cunde muchísimo mejor el espacio.
Paso 3: Etiquetado
Último paso y muy importante para que el orden perdure en el tiempo es el correcto etiquetado de tus contenedores para que no sólo tu entiendas el orden, si no cualquiera que utilice las cosas. Puedes hacer tú misma las etiquetas a mano, imprimiéndolas o comprar algunas ya hechas que ofrecen en el mercado.
ORGANIZACIÓN DE JUGUETES
La misma lógica de orden aplica para toda escala y para todo tipo de cosas. Repetir el mismo paso a paso:
PASO 1: Descarte
En el caso de los juguetes debemos revisar su estado, si son aptos para la edad, si están completos o no, etc. Los que estén en buen estado pero no los vayamos a usar se pueden donar, los que estén rotos idealmente debemos reciclarlos. En Abeja Reina siempre los invitamos a elegir juguetes en materiales nobles, que sean de larga duración, renovables y/o reciclables. Es una buena práctica enseñarle esto a nuestros hijos desde pequeños, y cuando se tienten con algún juguete plástico de mala calidad, que sabemos que no le va a durar más que un par de semanas, hacerle comprender el porqué no debemos elegir ese tipo de productos y la importancia el cuidado y el respeto con el medioambiente.
PASO 2: Categorización y contención
Esta parte en los juguetes a veces es difícil o no es tan evidente a qué categoría pertenece cada uno. En ese caso algunos juguetes que son muy grandes pueden ir solos (¡incluso pueden aprovechar de ponerlo en alguna repisa o sobre un mueble como decoración!), o bien, si hay alguno que no tenga nada de la misma categoría, se lo pone con lo que más se le asemeje.
Un tip bueno es no dejar TODOS los juguetes al alcance de los niños. Antonia nos recomienda dejar un porcentaje un poco menos accesible en repisas más altas. De esta forma si nos descuidamos los niños no desordenan el 100% de los juguetes y no nos encontraremos con esos caos inabarcables. ¡Además esto es muy bueno para darle un respiro a algunos juguetes! Al ir rotándolos entre ellos nuestros niños no pierden el interés, aprender a seleccionar sus favoritos y mantienen su capacidad de asombro por más tiempo.
Paso 3: Etiquetado
En juguetes es muy, muy, MUY importante el etiquetado. Antonia nos recomienda que en este proceso involucremos a los niños y lo hagamos un proceso entretenido. Ellos mismos pueden hacer las etiquetas junto a nosotros, o pintar algunas impresas que saquemos de internet. También puedes dibujar íconos (libros, peluches, muñecas, superhéroes) y ellos los pintan, luego los ayudas a pegarlos en las cajas y así ellos se sienten parte de esta organización y se involucrarán con ella.
Para ir cerrando, Antonia enfatiza en que el hecho de lograr un sistema con el orden de los juguetes no nos va a garantizar que no se desordene. En los niños es totalmente natural que quieran jugar y explorar, y VAN a desordenar. Pero lo bueno es que si tenemos un sistema de orden adecuado, se va a hacer mucho más fácil devolver cada cosa en su lugar y ellos se irán acostumbrando con el tiempo, siempre guiados y acompañados por nosotros en un principio.
“Muchas veces como papás (o tutores, abuelos, profesores) exigimos cosas a los niños pero ni siquiera le estamos haciendo el camino fácil para llevar a cabo esa tarea. Les decimos que no ordenan, que no ayudan ó incluso que lo hacen mal, pero la verdad es que si no tenemos ningún sistema que les ayude a ellos a motivarse a hacerlo, a entender, saber donde va cada cosa, es difícil que lo logren" comenta Antonia.
Por eso te invitamos a, como papás o tutores, bajar las expectativas y comprender que en un principio SIEMPRE tendremos que hacerlo junto a ellos y guiarlos y acompañarlos en este camino. Con el tiempo, edad y repetición del acto hasta que se transforme en un hábito lo comenzarán a hacer solos. ¡Ya verás!