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¿Qué es un

¿Qué es un "juguete de verdad"? 10 claves, 1 concepto.

¿Te ha tocado alguna vez juntarte con tus amigas/os y hablar de las míticas películas y/o teleseries que veías cuando chicas/os?; ¿o de las canciones típicas de la época adolescente, y cantarlas a grito pelado?. Al menos nosotras, fieles a nuestro queridos y poperos 90's, cada vez que tenemos la oportunidad terminamos cantando "Bajo el Mar" de La Sirenita ó "Dame Luz" de Nicole hasta quedar sin voz.

Algo similar nos pasa cuando nos ponemos a hablar de los juguetes de la época: los LEGOS, Playmobil, ViewMasters, los álbumes de las películas de Disney..., ¡los tazos o las bolitas!. En fin, podemos pasarnos tardes o noches enteras comentando nuestros juguetes favoritos, y algunas sincerando que aún tienen guardados varios de ellos en el baúl de los recuerdos  (a estas alturas, por los años transcurridos, podríamos llamarlos "de colección".)

¿Qué tenían esos juguetes que nos hacen recordarlos con tanto cariño?; ¿fue la edad o la época?; ¿ó es que eran juguetes que tenían un sentido más allá de ser la diversión del momento?.

Si es que eres seguidora de nuestras redes sociales, más de alguna vez habrás leído que solemos ocupar el término “#juguetesdeverdad.” La verdad es que nunca lo hemos definido en profundidad, por lo cual decidí que, sería una buena idea, hacer un post respecto a este concepto y, de este modo, definir qué significa para nosotros un “juguete de verdad” y por qué son un beneficio gigante para nuestros niños.

Partamos desde lo esencial: EL JUEGO.

EL JUEGO

“Durante la infancia, el conocimiento de la realidad que nos rodea viene instintivamente mediante la actividad que los adultos llaman juego. Todos los receptores sensoriales están abiertos para recibir datos: mirar, tocar, sentir, los sabores, el calor, el frio…los colores, las formas, el sonido, el silencio.  Todo es nuevo, todo es algo que aprender y el juego favorece la memorización”. 

                  - Bruno Munari

Los niños por esencia tienen la necesidad de una actividad y es justamente ese “apetito voraz” de la niñez, la mayor causal de su gran y acelerado desarrollo en sus primeros años de vida. Curioseando aprenden a observar, escuchando aprenden a hablar, moviéndose aprenden a desplazarse, interactuando con otros aprenden a sociabilizar, tocando y manipulando objetos aprenden a sentir, y así sucesivamente.

El juego también es una actividad. Una actividad a través de la cual aprenden a desarrollar todas sus funciones físicas, psíquicas y sociales, desempeñando un papel primordial en la vida y desarrollo del niño, y configurándose como un acto necesario para su crecimiento, desarrollo y evolución. Aprenden a relacionarse con el entorno, desarrollar sus aspectos más creativos, adquirir y perfeccionar habilidades, obtener y procesar conocimientos y canalizar su energía.

 Juego e infancia se presentan así como un binomio indisoluble.

JUGUETES DE VERDAD

Según la corriente pedagógica Waldorf, en auge hoy en día, la actividad lúdica es el mejor modo de aprendizaje. Los juguetes, como herramientas del juego, deben estar dirigidos a transmitir experiencias que permitan a los niños más tarde abstraerlas y relacionarlas con conceptos y, de este modo, desarrollar sus capacidades intelectuales.

Desde la experiencia de mi propia niñez, de lo que he observado en mi hija y sobrinos, y una amplia búsqueda respecto al tema, les propongo aquí los 10 puntos que, para mí, definen lo que considero conceptualmente como un "juguete de verdad". Probablemente un mismo juguete no puede abarcar todos los puntos pero, al menos, gran parte de ellos sí.

 1. ESTIMULACIÓN

Primero que todo, los #juguetesdeverdad deben estimular el desarrollo sensorial (o idealmente multisensorial) y así trabajar la concentración, la imaginación y/o la motricidad fina en nuestros niños.

Según la metodología Montessori, los niños aprenden fundamentalmente a través de los sentidos. Por lo tanto, ¿qué mejor que aprendan con juguetes que estimulen su tacto, olfato, audición, gusto, vista y/o sentido espacial?

Hace poco tiempo atrás subí un post muy relacionado a esta materia, si quieres saber más de este tema puedes hacer click aquí.

 2. ABSTRACCIÓN

Los juguetes que fomentan la creatividad y la imaginación en los niños por lo general son los que se utilizan una y otra vez. 

Cuando los juguetes no tienen una función tan clara, o no son lo que llaman juguetes estructurados (por ejemplo, juegos de tacitas) si no más bien juguetes abstractos (por ejemplo, bloques de madera) o materiales que no tengan ningún fin concreto, los niños estarán más obligados a utilizar su imaginación y darles la finalidad que ellos quieran una y otra vez. Por lo mismo, es más difícil aburrirse ya que, cada vez que juegan con ellos, pueden darle un nuevo uso y crear una nueva aventura.

Si bien los juguetes estructurados pueden ser excelentes métodos de aprendizajes también, en esas instancias los niños están realizando un juego literal o imitativo en el cual imitan los actos de los adultos (por ejemplo, la plancha con la tabla de planchar). En esos casos, es más difícil abrir paso a que surja el “juego simbólico” en el cual los niños explotan su capacidad creativa y echan a volar su imaginación.

La verdad es que, para que nazca este juego simbólico no es necesario un “juguete” en sí, si no que puedes tomar elementos de la naturaleza como palos, piedras, hojas y/o materiales de reciclaje como lo son cartón, cajas vacías, botellas plástica, etc. ¡No es raro ver que los niños disfrutan más jugando con la caja del juguete que con el juguete en sí!¡Qué lindo ver eso! ... significa que están en la máxima expresión de su pensamiento creativo.

En mi última visita a Santiago quedé impactada con el nuevo "juguete" favorito de una de mis ahijada. ¡Los chanchitos de tierra!. Sí, su nueva fascinación. Los recolecta, los junta en una especie de frasquito/terrario, y los lleva con ella a todas partes. ¡Literal!. Incluso a la sesión de fotos de las nuevas colecciones de Abeja Reina o a la pijamada a la casa de mis papás. En realidad los niños no pierden su capacidad de asombro e imaginación, ¡que ganas de volver a tener un poquito de eso ahora para mí!

3. FORMA & MATERIALIDAD: ESENCIA DE LO NATURAL

Tal como explicaba más arriba, los juguetes además de ser elementos de carácter lúdico, pueden ser elementos de aprendizaje. Creo que es importante lograr transmitirle a los niños la esencia de lo natural, pudiendo ser ello a partir de los materiales o formas.

Cuando los juguetes están hechos en base a materiales nobles, generalmente el mismo material no les permiten llegar al detalle y precisión que otorga el plástico por ejemplo, siendo de esta manera juguetes mucho menos “trabajados”, que no incorporan tantos colores, luces ni sonidos, haciendo de éstos juguetes algo más abstracto, por lo que los niños tienen que meterle más imaginación. Así, al ser más simples y menos estructurados, son también más polivalentes y transgeneracionales.

Un ejemplo ícono para mi de lo anterior, es la colección de animales de madera Kay Bojesen (1886-1958), diseñador danés de la época del máximo esplendor del diseño escandinavo. Estos preciosos animales fabricados en madera de teka y limba, con extremidades articuladas, de formas simples y redondeadas, sin tanto detalle, combinan las maderas para darle diferentes colores, formas y texturas y, de esta manera, acercar a los niños (¡y adultos también!) al ámbito natural.

El diseño es tan lindo, simple y puro, que sirve como juguete para los más pequeños, pero también se vería precioso en el estante de tu oficina. Sin ir más lejos, cuando fui de intercambio a Copenhagen en el año 2011, a mis 22 años de edad, mi sueño era traerme como  “souvenir” del viaje el Monkey Bojesen de esta colección, ¡claro que mi presupuesto de arquitecta-estudiante-viviendo-en-uno-de-los-países-más-caros del mundo con suerte daba para un smørrebrød!

4. NOBLEZA DE LOS MATERIALES

Los materiales nobles, como lo son la madera y lana por ejemplo, pueden aportar cualidades reales como olor, color o texturas que ayudarán a estimular la capacidad sensorial de nuestros niños, además de experimentar e internarse en procesos de aprendizaje vinculados a la naturaleza.   

Particularmente los juguetes de madera utilizada en su estado natural, permitirán que los niños además de explorar las posibilidades que el mismo juguete le entrega, experimenten los cambios que la madera le ofrece al ser un material orgánico, un “material vivo” en constante transformación según la humedad o sequedad del ambiente. 

Sumado a lo anterior, los juguetes de madera, especialmente si no están lacados, proporcionan diferentes texturas al tocarlos, pudiendo así detectar sus nudos, vetas e irregularidades que permiten diferenciar entre distintos tipos de maderas o unas piezas de otras. Sin querer ser autoreferente, jeje, creo que nuestros diferentes set de animales de madera realmente reflejan las maravillosas vetas, colores, perfecciones e imperfecciones de la madera.

¡Y el olor!, ¡un ítem no menor!. Es impactante la capacidad que tienen los olores de transportarnos a diversas situaciones, objetos, recuerdos, experiencias. Nunca se me va a olvidar el olor impregnante del ciprés, gracias a un juego especie de lego de madera que había en el campo de mis abuelos. Hace pocos años tuve la suerte de ir a Caleta Tortel, en la Carretera Austral, donde está plagado de bosques de Ciprés de las Guaitecas. ¡Recién ahí vine a saber que ese maravilloso juego estaba hecho de ese material! El olor era inconfundible…

No es que TODOS los juguetes tengan que ser de madera, hay juguetes ícono del diseño mundial en plástico, como lo son los Lego por ejemplo (aunque, para que sepas, ¡inicialmente fueron de madera!), que desarrollan los conceptos de lógica, imaginación, composición del espacio, etc.

También los juguetes de plástico son ideales para situaciones en las que no queremos que se impregnen de malos olores o humedad, como son los juguetes para ir a la playa, piscina, o para jugar en exteriores, ya que resisten mejor la lluvia e inclemencias del tiempo. Por ejemplo, viviendo aquí en Puerto Varas, lamentablemente yo sé que no podré tenerle a la Lucía una de los preciosos triciclos de madera, y probablemente tendré que comprarle uno plástico, ya que con este nivel de lluvia y humedad, uno de madera me duraría ¡con mucho éxito! seis meses.

5. SOSTENIBILIDAD

Es fundamental que los niños desde chiquititos tengan conciencia de la importancia que tiene respetar y cuidar nuestro entorno, tanto desde una aproximación física como cultural/social.

Los #juguetesdeverdad son juguetes sostenibles en los que se tiene en cuenta tanto que los materiales sean reciclables como que los costos y procesos de fabricación sean lo menos nocivos posible para el medio ambiente, además de justos y considerados con el equipo de trabajo que los manufactura. Son el resultado de un conjunto de objetivos y valores con una aproximación más cultural/ social que económica al diseño y su mercado. Para nosotras, el carrito de feria de mimbre es un fiel reflejo de lo anterior. 

6. CALIDAD Y DURABILIDAD

Actualmente podemos decir que nos encontramos inmersos en una sociedad de cambios, donde la obsolescencia de los productos y generar un consumismo de los mismos, forma parte de nuestro día a día. Los #juguetesdeverdad, independiente del material que estén confeccionados, se caracterizan por ser juguetes de alto diseño y calidad, con una buena durabilidad en el tiempo.

Generalmente este tipo de juguetes son más caros que el promedio, pero debemos considerarlo como una inversión y ahorro a largo plazo, ya que tendrás que comprarlos una sola vez, porque un mismo juguete podrá durar varias generaciones.  

Siendo repetitiva con el tema de la madera (¡perdón!), este material tiene una vejez mucho más noble que la del plástico por ejemplo, siendo de los pocos materiales a los que el uso y la vejez le viene bien, adquiriendo en la mayoría de los casos un color y tonalidad única con el uso cuando son al natural, o muy fáciles de reparar y volver a pintar cuando su color está gastado.

7. EXPERIENCIAS Y RECUERDOS

Cuando los juguetes son de buena calidad, y por ende capaces de pasar de generación en generación, sucede algo muy especial, pues permiten transportar a sus “ex usuarios” a sus recuerdos de infancia y compartirlos con los nuevos beneficiados.

Tiene un gran valor agregado guardar el/los juguete/s o muñeco/s preferido de cada hijo/a, porque después, para sus propios hijos, será muy valioso verlos, heredarlos, y hacerse parte de la infancia de sus papás, y de paso, permitirles a sus padres reaflorar su niñez viendo a sus niños jugar con los que, en algún momento, fueron su juguete predilecto.

Uno de mis hermanos grandes tenía un barquito de plástico Fisher Price con el que jugaba siempre en la piscina del campo o en la tina de la casa. Hoy, su hija mayor adora ese “barquito del papá”, y es su juguete de mayor orgullo cuando te invita a jugar. Ese, para mí al menos, es un #juguetedeverdad, que tiene un valor agregado inigualable, una preciosa carga simbólica que ojalá pueda conservarse generación tras generación.

8. TRANSGENERACIONALIDAD

Es un hecho que los niños en edades tempranas prefieren pasar su tiempo libre jugando con sus papás en lugar de hacerlo con sus amigos. Les infunde alegría, seguridad, promueve el aprendizaje mutuo además de potenciar y crear habilidades sociales y emocionales.

El mejor juguete para ellos es aquel que disfruta con sus papás. Al abrir un juguete los niños necesitan que nos instalemos y expliquemos cómo se usa o cómo se juega y participemos con ellos en un principio, y luego cuando ya se sientan seguros, los dejemos solos para que suelten su imaginación. 

Los #juguetesdeverdad, si los elegimos de la manera correcta, podrán ser disfrutados no sólo por los niños, si no que también podrán integrar a los padres, compañeros, amigos, primos, familiares, e incluso a otras personas adultas cercanas.

9. INTEGRACIÓN Y SOBRIEDAD

Tengo un tío abuelo que suele decir lo siguiente: “El trabajo embrutece y el ocio engrandece. Las grandes creaciones de los grandes genios fueron en sus tiempos de ocio, no mientras trabajaban.” Puede que en gran parte esté en lo cierto, hoy en la máquina que vivimos, rara vez nos permitimos tener tiempos de ocio.

¿A qué va este comentario? El ocio muchas veces nace en tiempos de aburrimiento, y el aburrimiento es un escenario magnífico para que la imaginación salga a escena. Para ello, no podemos estar permanentemente sobreestimulando a los niños: luces, sonidos, colores fuertes… exceso de actividades extras o dirigidas por un adulto que a veces terminan por saturarlos. Muchas veces pensamos que si un juguete no es lo bastante estimulante los niños se van a aburrir. ¡Bienvenido sean! Los juguetes sobrios le permitirán a tus niños utilizar más su imaginación y no agotarse tan fácil de éstos.

Por otra parte, y no menos importante –sobre todo para ojos de una arquitecta-, hoy por hoy, donde todos los espacios están integrados, se agradece cuando los juguetes o artículos infantiles son sobrios, se ven bien con el entorno y no interfieren con el estilo de la casa en general. Por poner un ejemplo (no de juguete específicamente eso sí): la silla Trip Trapp de Stokke es tan linda, que da lo mismo tenerla en la mesa de comedor, de hecho, es un aporte. Pero en cambio, la silla plástica de color flúor con género estampado más flúor aún, ¡lógico que dan ganas de esconderla en el baño cuando vienen visitas a comer!

10. ADAPTABILIDAD

Por último, y no por ello menos importante, los #juguetesdeverdad que realmente logran ser un éxito en materias de diseño e innovación, son aquellos que logran adaptarse al crecimiento de los niños y de esa manera ir a la par de sus intereses y nivel de desarrollo.

El juguete adecuado, en el momento adecuado, enriquecerá la experiencia de juego de los niños y sentará las bases de su aprendizaje.

Si ese juguete es capaz de adaptarse en el tiempo, para ir evolucionando con los intereses de los niños, y de esta manera no quedar supeditado a una edad en concreto; o bien, su diseño no está pensado para una edad en específico si no que puede adaptarse a todas las edades, es un juguete que definitivamente vale la pena.

Creo que la marca danesa LEGO es el mejor ejemplo de lo anterior. Para todas las edades, para todos los gustos. Piezas más grandes y básicas para los más pequeños, y más elaboradas, llenas de detalles y terminaciones finas para los más grandes. Desde la granja a la torre Eiffel, desde el castillo de princesas a la Fallingwater House de Lloyd Wright, hay para todos los gustos y todas las edades. ¡O los PLAYMOBIL! Juguete obligado hace 35 años atrás, y vigente hasta el día de hoy.

PARA IR CERRANDO…

Llevo cinco páginas word escribiendo sobre los #juguetesdeverdad, y la verdad es que podría seguir unas cinco más. Qué buenos recuerdos jugando con mi casita de muñeca XL, o los legos de madera suizos de mi papá, o su adorado tren eléctrico alemán. Inolvidables los partidos de croquet, los zancos de madera y el Ojo de Águila en el campo de mis abuelos. Y así mucho más… Creo que fui una niñita muy afortunada en mi casa, donde siempre primó la calidad de los juguetes por sobre la cantidad.

Los invito –o “nos invito” más bien- a mirar atentamente las jugueterías y buscar #juguetesdeverdad que incentiven a los niños a crear y a aprender a través del juego. Hagamos el intento de pensar a futuro, y elegir juguetes que produzcan emociones no sólo sensoriales si no que también afectivas. No ir tras lo sorprendente o de última moda, sino más bien por aquello que se acerca a los niños con su esencia, con la naturaleza, con la capacidad de soñar.

Al menos eso es lo que nos hemos propuesto en Abeja Reina al momento de diseñar. Y espero de todo corazón que así lo estemos reflejando.